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Los amigos de Job: cuando las buenas intenciones no son suficientes

 

INTRODUCION

"Había un hombre en la Biblia, llamado Job. Dios lo había descrito como un hombre justo, íntegro, temeroso de Dios y apartado del mal. Pero la vida de Job se derrumbó cuando Dios permitió que el diablo lo tentara. La historia de Job comienza en el cielo, donde Dios destacó la vida de un hombre fiel . En la tierra, Job era reconocido como un hombre próspero y temeroso de Dios, con una familia amorosa y una casa próspera. Pero, ¿qué pasaría si Dios pusiera a pruebas su fe dejando que Satanás lo sacudiera fuertemente, pero sin tocar su alma?

La historia de Job es una de las más conmovedoras y profundas de la Biblia. Sin embargo, en esta ocasión nos enfocaremos en la intervención de sus tres amigos que intentaron consolarlo durante su dolor. Así comienza todo:

Un día, los hijos de Dios se presentaron ante el Señor, incluyendo al diablo. En ese momento, Satanás retó la integridad de Job ante Dios, cuestionando su lealtad, basándose en que este tenía un cerco del mismo Dios, que le impedía llegar a su hogar, a su familia y su vida; por todas las bendiciones recibidas  y por esas razones mantenía su fidelidad. Pero Dios sabía que Job era verdaderamente justo y, como respuesta, permitió que Satanás pusiera a prueba su fe.

En poco tiempo, Job perdió sus posesiones, sus hijos y su salud. En medio de su dolor, tres amigos, Bildad, Elifaz y Zofar, acudieron a consolarlo. Sin embargo, a pesar de sus buenas intenciones, estos amigos se enfocaron en buscar un motivo por el cual Job, siendo quien era, estaba pasando por esa situación. Trataron de convencerlo de que su sufrimiento era un castigo por algún pecado que hubiera cometido. Pero Job no aceptó esas acusaciones. En medio de su dolor y confusión, Job mantuvo su fe en Dios y se mantuvo fiel a sus convicciones.

 Elifaz era el más antiguo de los amigos y se consideraba sabio y experimentado en cuestiones espirituales. Sin embargo, a pesar de sus buenas intenciones, sus consejos y argumentos no fueron útiles para Job, ya que creía que el sufrimiento de Job era el resultado de algún pecado que él había cometido.

En Job 4:7-8, Elifaz afirma: "Recuerda, ¿quién ha sido el inocente que ha perecido? Y ¿dónde fueron los rectos destruidos? Como yo he visto, los que aran iniquidad y siembran problemas, los cosechan". Aquí, Elifaz sugiere que Job está sufriendo debido a sus pecados pasados y que está cosechando las consecuencias de su iniquidad.

Sin embargo, Job insistía en que no había hecho nada malo y que no merecía el sufrimiento que estaba experimentando. En Job 6:28-29, Job responde a las palabras de Elifaz: "Volved, os ruego; que no haya injusticia; volved; sí, volved a considerar mi justicia. ¿Hay injusticia en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir cosas perversas?". Job se defiende a sí mismo, afirmando que no ha hecho nada malo y que sus palabras son justas. Elifaz: En Job 16:2, Job se refiere a Elifaz como "médicos sin valor". En el versículo 4, Job dice: "He oído muchas cosas así; consoladores molestos sois todos vosotros". Aunque Elifaz era sabio y experimentado, sus consejos no fueron útiles para Job porque estaban basados en una falsa suposición.

 A través de la historia de Job, podemos aprender la importancia de escuchar a las personas que están sufriendo y tratar de comprender su situación antes de ofrecer consejos o soluciones. En lugar de culpar a alguien por su sufrimiento, debemos brindar apoyo y compasión a quienes están pasando por momentos difíciles

 Bildad creía que el sufrimiento de Job era el resultado de algún pecado que él había cometido. Sin embargo, a pesar de sus buenas intenciones, sus consejos y argumentos no fueron útiles para Job.

En Job 8:4, Bildad afirma: "Si tus hijos pecaron contra él, los entregó a su pecado". Aquí, Bildad sugiere que los hijos de Job murieron debido a algún pecado que habían cometido y que Job está sufriendo debido a las consecuencias de sus acciones. Sin embargo, Job continuó defendiéndose y asegurando que no había hecho nada malo. En Job 9:2-3, Job responde a las palabras de Bildad: "Ciertamente yo sé que es así; ¿cómo, pues, puede el hombre ser justo para con Dios? Si se empeñara en contender con él, no le podría responder ni una vez entre mil".

Bildad: En Job 16:20-21, Job dice: "Mis amigos son mis burladores; mis ojos lloran a Dios. ¡Ojalá se pudiera escribir mi causa, y se pusiera en un libro!". Aquí, Job expresa su frustración con Bildad y sus otros amigos, quienes parecen estar burlándose de él y no toman en serio su dolor.

Como Elifaz, Bildad estaba basando sus consejos en una falsa suposición, y no estaba dispuesto a escuchar a Job y tratar de entender su situación. Para el hombre es mucho mas fácil, y de hecho es común, buscar motivos, que saber escuchar a un amigo.

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